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martes, 15 de julio de 2014

Mis libros: Lo que todo gato queire, Ingrid V. Herrera

 Puedo definir todo el libro con una sola palabra. Y es que es A-DO-RA-BLE.
Me he reído a carcajadas leyéndolo, lo que disfrutado bastante.
Pero, por más que me guste - y me encanta-, este libro me ha decepcionado, pues ha dejado un asunto más que importante por resolver.
¿Cómo es que un chico con el contacto del agua se puede convertir en gato?
WHY?
Se llevaría 5 estrellas de haberse explicado todo el tema, sigue siendo todo "What?" y "¿y esto cómo es posible?"

 Y me preguntaban: ¿Y cómo puede convertirse en gato?
Y yo como: Pues verás... ah... Lee el libro, no te voy a decir nada.


En todo el libro no se explica el por qué de este fenómeno que -estoy 90% segura- muchas lectoras querrían tener el placer de experimentar.

(Mientras leía el libro a mi también me entraron ganas de convertirme en gato, ah. Es inevitable.)




A mitad del libro cuando se encuentran con el padre de Sebastian *-* y éste le confiesa que su padre (osea, abu de Sebas) también se podía convertir en gato, pues, obviamente, piensas que averiguará de paso cómo *omitido* un humano pasa de persona-gato gato-persona.

¡Pero nahhh, dejémosles con la duda!

FIN DEL SPOILER


Todo el principio del libro es original, puedes ver (?) cómo, con ayuda de Sebastian, Ginger se va haciendo notar, cada vez planta más cara cara, no es tan tímida y gracias a Dios no deja que la pisoteen.
Ginger ha evolucionado bastante como personaje, dado que la autora no tiene mucha experiencia escribiendo (hay que decir que va por buen camino).

Me ha sorprendido cómo la autora ha logrado conectar la historia principal, con otra - que tiene que ver con personajes secundarios-, que, a la vez lleva a desenterrar cosas... pendientes, en el pasado de nuestro felino protagonista. (grr)


Ahora, algo malo.
No sé si es a partir -exactamente- de la mitad del libro que se llena de clichés. Aunque el de la porrista popular que hace que los demás se sientan menos, viene desde el principio, la evolución de malvada a acepto-a-los-demás-y-ahora-soy-buenita fue la gota que colmó el vaso.

No es que el vaso estuviera muy lleno, pero odio ese cliché.

Y después el equipo de fútbol. Ahora eso no es tan alarmante, pues en realidad el Sebastian no estaba de a cuerdo con formar parte del equipo, y esto hizo que aparecieran nuevos personajes - que sé que algunas lectoras amaron. Sí, he visto en goodreads una loca por Dizzy - y situaciones tan divertidas como el resto del libro.


DATO CURIOSO: No se sabe hasta la última oración del libro el sentido del título del mismo.


Mi puntuación: 





 

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